El dolor crónico fue parte de la lista de prioridades de la UE durante la Presidencia italiana durante la segunda parte de 2014. Por consiguiente, y por primera vez, la cuestión sobre el dolor fue señalada a la atención de todos los ministros de salud de la UE. Para todos los que han trabajado para este importante resultado fue ciertamente gratificante, pero no hay un reto insignificante por delante: reducir el impacto del dolor crónico en Europa asegurando que el derecho a evitar sufrimientos y dolor innecesarios (11º Derecho en la UE Carta de los Derechos del Paciente) está garantizada en todas partes y para todos.
Desafortunadamente, la situación no es tan buena como la encuesta realizada en 18 países por Active Citizenship Network y Pain Alliance Europe ha puesto de relieve, con graves repercusiones no sólo desde el punto de vista social, sino también desde el económico. Por lo tanto, es hora de unir fuerzas y trabajar en equipo.
Los días 23-24 de mayo de 2016 durante la reunión del simposio del SIP-Impacto social del dolor en Bruselas, el electorado en el dolor tomó medidas importantes en relación con el impacto del dolor crónico en la vida de los individuos. Un conjunto de ocho recomendaciones políticas fundamentales resultaron de esta colaboración entre las asociaciones de pacientes con dolor crónico, profesionales de la salud, investigadores, científicos y otras partes interesadas involucradas en el cuidado del dolor. A continuación se exponen las principales recomendaciones dirigidas a las instituciones de la Unión Europea y los gobiernos nacionales:
- Aplicación del artículo 8.5 de la Directiva sobre asistencia sanitaria transfronteriza
- Establecer una plataforma de la UE sobre el impacto social del dolor
- Integrar el dolor crónico en las políticas de la UE sobre las enfermedades crónicas
- Asegurar que el cuidado del dolor sea parte de las políticas y estrategias sobre el cáncer
- Iniciar políticas que aborden el impacto del dolor en el empleo
- Implementar ajustes en el lugar de trabajo para las personas con dolor crónico
- Aumentar la inversión en la investigación del dolor
- Dar prioridad al dolor en la educación para los profesionales de la salud, los pacientes y el público en general
Estas ocho recomendaciones de política representaron un punto de partida importante en el desarrollo de una mejor política europea para abordar la gestión del dolor crónico, y apreciamos la decisión de añadir dolor a su agenda de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores (IMI) en diciembre de 2016.
Sin embargo, todavía es necesario tomar medidas concretas contra el dolor innecesario. Estas ocho políticas no pueden funcionar solamente como recomendaciones, sino que necesitan ser reforzadas e implementadas concretamente entre los estados.
Somos conscientes de que la Unión Europea trabaja a distintos niveles y no sólo necesitamos identificar prioridades y recomendaciones, o conseguir el compromiso de las Instituciones, sino también promover actividades concretas en las que participen todos los interesados.
Por ello, nuestro compromiso podría ser transferir lo que hemos logrado desde la agenda europea a la cultura social y popular.